Las ideas: Son poco frecuentes y, cuando llegan, lo hacen en oleadas, más bien como una marea, hay marea alta y marea baja. Cuando la marea de la creatividad es alta, todo encaja, estás en la zona, todo se enlaza en una cadena perfecta de creatividad llena de acontecimientos y felicidad. Haces un descubrimiento tras otro y parece que cada célula de tu cuerpo está sincronizada y te ayuda en el proceso creativo.

Durante las mareas bajas, hay una falta total de equilibrio mental que drena cada poro creativo, y es una sensación aterradora de desesperación que hace inútil cualquier intento de crear algo que valga la pena: desesperación porque cada vez te preguntas si esa marea alta creativa volverá alguna vez. Gracias a Dios, confías en que es un ciclo que se repite y sólo tienes que armarte de paciencia, una cualidad que no poseo.