AJEDREZ, REINA MESA, BRONCE BLANCO, 107CM
Amo el juego de ajedrez; es tan esclarecedor como frustrante.
Es el juego más justo que conozco porque pone todo y a todos en su lugar.
Solía pasar horas jugando al ajedrez con mi padre y con el tiempo mejoré y finalmente comencé a ganar.
Me di cuenta de que inmediatamente lo tomó como algo personal, al verse viejo y frágil.
Siempre apreciábamos esos momentos jugando juntos en la piscina en Roma; con vistas al río Hudson en Manhattan,
o en el desierto de Libia durante los descansos de su papel en León del Desierto.
Para mí, es un juego en el que la importancia del tiempo es relativa.
Si tan solo pudiéramos vivir nuestras vidas de la misma manera que jugamos al ajedrez.
Material: Bronce blanco y acero inoxidable
Edición de 8 más 3 pruebas de artista – 107,5 x 75,5 x 68,5 cm