La parte más difícil de estar en la cima, es mantenerse allí.
Es un esfuerzo de 24 horas para dar lo mejor de ti, porque en el momento en que bajes la guardia, alguien intervendrá para tomar tu lugar.

Admiro la perseverancia y dedicación de los atletas profesionales.
Empatizo con su necesidad de crecer rápido y el lapso de tiempo relativamente corto que tienen para alcanzar la gloria duradera.
Como artista, me consideran joven a los 40, pero como atleta estaría cerca del final de mi carrera.
Sin embargo, cuando llega ese momento mágico, cuando todo encaja y el entrenamiento y el sufrimiento constantes dan sus frutos y ganas,
entonces, por un momento, que dura toda la vida, realmente te sientes en la cima del mundo.